Educar para la convivencia no es renunciar a la existencia de conflictos, sino saber enfrentarlos y superarlos de manera eficaz y positiva.
Las acciones que la Consejería de Educación y Ciencia ha venido emprendiendo en los últimos años para promover la convivencia escolar, surgen del convencimiento de que las escuelas son, a la vez, comunidades de convivencia y centros de aprendizaje.
Porque ambos aspectos, aprendizaje y convivencia, no pueden contemplarse por separado. No se previenen los problemas de relación interpersonal sin favorecer el éxito, ni puede perseguirse éste sin un clima positivo en el que aprender.
A partir de la firma el pasado 31 de agosto del Acuerdo por la convivencia en los centros escolares de Castilla-La Mancha, se pretende potenciar, aún más, las actuaciones ya consolidadas para la mejora de la convivencia y emprender otras nuevas.
Pero estas actuaciones no pueden ser de cualquier tipo. Deben permitir a los centros educativos, no sólo reaccionar ante los problemas, sino prevenirlos y, sobre todo, abordar la convivencia como un valor educativo legítimo que les permita construir, de un modo participativo y dialogado, una escuela más justa y enriquecedora.
Con las acciones derivadas del Modelo para la promoción de la Convivencia Escolar se pretende promover unos valores, actitudes y conductas positivas para la interacción social, basados en los principios de los derechos humanos y el rechazo de toda postura violenta o discriminatoria; proporcionar un buen instrumento para construir una cultura democrática, participativa, tolerante y respetuosa con las diferencias; y fundamentar compromisos y prácticas responsables de toda la comunidad educativa.
sábado, 12 de enero de 2008
CONSTRUIR LA CONVIVENCIA
Etiquetas: JCCM
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